domingo, 22 de enero de 2017

Senda Costera: Arenal de Moris-Ribadesella

Tramo de la senda costera entre el Arenal de Moris, en el cocejo de Caravia y Ribadesella, aunque se sigue más el camino de Santiago y la carretera que caminos por la costa viendo la mar. Hay un tramo de un kilómetro por la Nacional 632, sin arcén de ningún tipo y con algo de tráfico. Deberían de darles alguna opción a los que están haciendo el camino de Santiago, habilitar alguna acera o hacer algo por los montes entre Berbes y el Arenal de Moris, por donde pasa el Camin Real.
Este tramo de la senda costera no es especialmente bonito, apenas se ve la mar, al principio, después en la playa de Vega que tiene un sistema dunar, en la zona de los acantilados de Tereñes, pero tampoco se pasa y después en Ribadesella, pero si te quedas en el faro no ves nada de agua, de hecho hay un monte de eucaliptos que podrían expropiar un trozo por lo menos para hacer un área recreativa o algo, arriba con vistas al mar y señalizando las huellas de ignitas que hay. Cuando el gobierno quiera completar la senda costera en este tramo van a tener que hacer unos cuantos kilómetros nuevos. Estos tramos no animan a completar la senda costera.
El camino es casi al 90% por carretera y pistas hormigonadas, sólo un poco al principio, la zona de la playa de Vega y después la bajada a Ribadesella es por camino de Tierra. Para el agua no hay problemas porque hay bares y restaurantes, y varios pueblos a atravesar.
Para hacer turismo en este tramo está bien la playa de Vega, y después por lo visto también hay una especie de foz para entrar al pueblo, pero no pasamos, la he visto en el blog de Cienfuegos Caleyero, en una entrada dedicada al geocaching por la zona, donde visitan la playa, la hoz y unos restos de una iglesia o palacio en Tereñes, que nosotros ni vimos. 

Datos de la ruta:

Distancia: 22,6 km
Duración: 6h:17 min
Cota mínima: 4 m
Cota Máxima: 134 m
Desnivel Acumulado: 510 m
IBP: 71 Hiking

Mapa del recorrido realizado
Empezamos donde habíamos dejado el año pasado este tramo, en la playa del Arenal de Moris, que para llegar nos dejamos guiar por Google, y nos llevó por unas carreteras muy estrechas, prácticamente caleyas, que hay que rezar para no cruzarse con un coche. A la vuelta fuimos para carretera más ancha. Así que conviene revisar el recorrido y no fiarse mucho del navegador, para aparcar en la playa hay varios aparcamientos, ahora en invierno no hay problema, en verano probablemente se queden cortos. La playa está dividida en dos, un tramo al Este y otro al Oeste.

Playa del Arenal de Moris hacia el Oeste
Por la carretera de acceso a la zona central de las casetas de salvamento, hay un cartel y al lado pasa el Camin Real, que en este tramo coincide con el camino de Santiago. Es un cómodo sendero, algo embarrado, que va por un ocalital.

Playa del Arenal de Moris hacia el Este
Tras este primer tramo por el ocalital, se llega a la carretera nacional, al lado de un cartel de señalización del concejo y del camino de Santiago. Aquí se inicia un tramo de un kilómetro por la nacional, que no tiene arcén ni nada, y tampoco hay posibilidad de evitarla. Al principio hay otra senda al otro lado de la carretera, pero son 20 metros los que evitas.

La nacional y el cartel del Camino de Santiago (desvío para ciclistas)
Tras un kilómetro por la Nacional 632, el camino empieza a recortar las curvas de la nacional para atajar. Primero bajando hacia la izquierda, un tramo muy corto, pero que recorta algo la curva. La referencia es la señalización del camino de Santiago.

Detrás de este tronco se vé el desvío para recortar la curva de la nacional
Este tramo de carretera, quizá lo podría arreglar el gobierno renovando algún antiguo camino y después por un monte de eucaliptos aprovechando la traza de alguna de las pistas que hacen para tirar el monte.

Berbés
Tras el breve atajo, hay que cruzar la carretera para entrar en un tramo muy arreglado del camino que recorta otra curva de la carretera. Aquí el camino está hormigonado y empedrado, por lo menos está bien cuidado. Aquí en Berbés a la ida perdimos un poco la señalización, aunque no hay mucha pérdida, hay que atravesar el pueblo. Hay también un mirador de la costa, desde el que se ve la playa de Vega o de Berbés.

La playa de Vega desde el mirador en Berbés
El día esta oscuro, pronostican lluvias alrededor de la una, y las nubes por lo menos están. Aunque después llovió un poco más tarde a la vuelta. Tras atravesar el pueblo, y casi llegar de nuevo hasta la nacional, aparece una pista muy ancha y con el piso de arena blanca por la que hay que seguir. Esta pista va hacia una zona de antiguas minas, llegando a un punto donde se divide casi en tres. Un ramal va hacia la mina que está debajo de Berbés, otro acaba en una portilla, y el último va por una pista normal. En el mapa marcaba otra mina detrás de la portilla, así que tomamos la pista libre, porque pensabamos que estaba cerrada, pero no, el camin Real va por la portilla.

Playa y Dunas de Vega-Berbés
Por cualquiera de los dos caminos, tanto el de portilla como el libre, ambos rodean el promontorio y acaban bajando a la playa de Berbés, juntandose tras rodear el cerro. En la playa hay un curioso restaurante, el Güeyu Mar, con un salmonete incrustado en la pared.

Güeyu Mar, Playa de Vega
Desde aquí se vuelve a abandonar la costa por un buen tramo, no lo volvemos a ver hasta Tereñes. Pero en este pueblo hay un pintor o pintora con muy buena mano, porque tiene en la casa varios murales muy curiosos. Son murales de gran tamaño y con gran detalle. No se si son versiones de cuadros populares, reinterpretaciones, o interpretaciones de anuncios de la tele (hay el del queso del ventero, y el de los yogures de la Lechera).
Murales pintados
Atravesando el pueblo si se sigue por la carretera se llega hasta la zona de la Foz, pero hay que tomar un desvío a la izquierda, por una pista hormigonada en ascenso por el que va el camino de Santiago.

La pista de subida, dejando Vega al fondo y la playa
Al final de la subida, a la izquierda salía otra pista y tenía la marca del PR que viene desde el Fito, y la ola azul del símbolo de la senda costera, así que tomamos por él. Esta senda va por la zona alta de la sierra, mientras que la otra que será la de la vuelta vendremos por la zona baja del valle.

La Sierra del Pagadín, que siempre destaca al ir por la autopista
Por la senda, que está a bastante altura, se ven las nubes tapando la zona del Sueve, también se ve una cantera y una planta de hormigón, y detrás la sierra de Pagadín. Una sierra que destaca por su afilada cresta al pasar por la autopista, por lo visto tiene unas cuevas interesantes también en su base.

Zona alta del Cueto encima de Abeo y detrás las nubes en el Mofrecho
El camino tiene algo de barro, pero pronto se llega de nuevo a una carretera en una zona de prados. La carretera es muy estrecha, y va paralela a la costa. No se ve el mar, pero está a pocos metros.

El tramo de carretera y al fondo a la izquierda Tereñes
La carretera es estrecha y casi en llano lleva hasta Tereñes, donde hay varios bares y restaurantes más. Además de un cartel que señaliza un yacimiento de huellas de dinosaurios. Nosotros no bajamos al acantilado, así que seguimos hacia el Faro de Ribadesella.

Cartel del Principado señalizando las Huellas de dinosaurio
En Tereñes se va rodeando un muro de piedra de una finca que impresiona bastante, pero el mar de nuevo no se ve. Hay uno de una casa que para que no lo molesten a señalizado la ruta al faro por debajo, pero sería más directo yendo por debajo justo de la casa. Nosotros no nos fiamos y seguimos por la carretera, y después dimos la vuelta hasta el faro. El faro no es visitable, una pena que no hayan habilitado algo en esta zona de Ribadesella, como si se ve en la otra punta de la ría.

Faro de Ribadesella
La carretera desciende hasta Ribadesella, pero a través de los ocalitos también hay una pista-sendero que baja. En la carretera estaba señalizada, pero nos equivocamos con el que era, y tuvimos que volver a coger el que era.

El acantilado desde el camino incorrecto
En este bosque de Ocalitos el ayuntamiento no ha hecho ningún mirador ni parque ni nada, como si hay en la orilla contraria. Y sería de agradecer. Lo único que hay es una especie de resto de un bunquer de hormigón que sirve a modo de enganche para la malla antidesprendimientos, y mirador improvisado. Para llegar al mirador abandonamos el sendero por una zona marcada con unas piedras.

Vistas sobre Ribadesella
Proseguimos el descenso y fuimos hasta el extremo del paseo marítimo, justo debajo del acantilado. Donde comimos el bocadillo, antes de proseguir camino. Estaba frío y paramos poco, además las nubes empezaban a amenazar más.

Panorámica de Ribadesella desde el final del Paseo
Para el camino de vuelta, buscamos el camino de Santiago, para cambiar un poco el recorrido. El de ida no fue muy vistoso, y este por lo menos visita más pueblos. En esta dirección además el camino de Santiago está mejor señalizado.

Saliendo de Ribadesella por la rotonda
Salimos de Ribadesella por una rotonda donde están intentando hacer crecer un diplodocus de hiedra, todavía les queda una temporada para completarlo. Aquí el camino de Santiago va por carretera, pasando al lado del Autocine y dirigiendose hacia el pueblo de San Pedro.

Cerámica en el Lavadero de San Pedro
El siguiente pueblo de paso es Abeu, para el cual hay un tramo de subida en la carretera. Una vez llegado arriba se ven a lo lejos, en el siguiente cueto dos Palacios, es la zona del Palacio y Capilla de Argüelles. Uno de estos palacios tiene una finca inmensa, vamos por el camino rodeando la finca durante al menos un kilómetro. Una pradera continua, bastante cuidada y con árboles.


Cerámica de Abeu
Tras acabar de rodear la finca, y de nuevo subir un trozo, alcanzamos el desvío de por la mañana, y enlazamos con la pista hormigonada que baja hasta la playa de Vega. Aquí volvemos a coger el camin Real, empedrado que sube, pero ahora siguiendo las indicaciones rodeamos por la zona de la costa. Hay que atravesar dos portillas metálicas, muy curiosas, por que la puerta está cerrada por arriba, y el paso es estrecho y bajo. Es la misma portilla que cerraba la pista de la mina que habíamos visto por la mañana, y que parecía cerrada con candado, pero no, porque acabamos pasando por ella.

La larga playa de Vega y sus dunas
Tras rodear el cerro sin nombre llegamos de nuevo a la pista de tierra blanca, y que viene de la otra mina, y aquí empezó a orbayar. 

La pista blanca y al fondo las estribaciones de la sierra del Sueve
Orbayando atravesamos Berbés, después paró un cacho durante el tramo de Nacional, y después por la zona del bosque encima de la playa del Arenal de Moris, empezó a llover con fuerza, con lo que llegamos al coche bastante mojados. Los datos del recorrido realizado, recogidos por el gps:

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